Referencia a la marca Longines.
El 14 de agosto de 1832, Auguste Agassiz se instala en Saint-Imier para ejercer, junto con el relojero Henri Raiguel y un tercer asociado Florian Morel, el comercio de la relojería y la fabricación de relojes. Desde el principio, August Agassiz recorre Europa con sus productos bajo el brazo y los vende en las ferias importantes.
Por problemas de salud, August Agassiz recurre a su sobrino Ernest Francillon hacia finales del verano de 1852.
El 1 de julio de 1862, Ernest Francillon se convierte en propietario de la Antigua Casa Auguste Agassiz. En el año 1867 compra unos terrenos en Les Longines donde construye su propia fábrica.
Con la creación del calibre Lépine extrafino L. 11.87, aparecen, en 1903, los primeros relojes colgantes mecánicos para mujeres. Después, dos años más tarde, Longines será el pionero en el mundo relojero al crear el primer reloj de pulsera fabricado mecánicamente, era en 1905. Esta creación va a provocar una reorganización de los modos de producción en la fábrica. Desde 1919, el reloj de pulsera sustituye al reloj de bolsillo.
Luís Amadeo de Saboya llevaba cronómetros Longines durante su intento de conquista del Polo Norte el año 1899, y modelos de otras generaciones acompañaron al coronel Charles Lindberh en su travesía atlántica del año 1927 y al comandante Byrd durante su expedición al polo Sur en 1928.
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