Roskopf cuerda larga duración

Baungartner Frers

Circa 1928


 

Reloj suizo lepine sistema roskopf. Circa 1927 con patente Nº124160 presentada por Baungartner Frers de Crenchen, Suiza, que presenta un sistena de cuerda de larga duración.
reloj de cromo de 5 cm de diámetro, esfera blanca texturizada en varios tonos, bajo las 12 horas la inscripción "Chronometre watch". Números arábigos en latón dorado segundero a las 6 horas.
Mecanismo tipo roskopf en donde figura escrito "Brevet 124160" junto con la cruz suiza hueca, cuerda desde corona puesta en hora desde corona y pulsador situado sobre las 11 horas.

Georges-Frédéric Roskopf
Esencialmente el sistema Roskopf se diferencia de los relojes mecánicos normales, de bolsillo o pulsera, en la supresión de la rueda de centro, y por la supresión de rubís (salvo en el eje de volante); con lo que se abarataba notablemente el precio del reloj, además se aprovechó la coyuntura de que la primera patente de Jean-Adrien Philippe sobre remontaje (dar cuerda a reloj) desde el pendiente del reloj (corona para dar cuerda al reloj y pulsador lateral para ponerlo en hora) acababa de pasar al dominio público (estamos hablando del año 1867). En definitiva, lo que hizo Georges-Frédéric Roskopf, fue simplificar al máximo posible el reloj mecánico, según se dice lo dejó en 57 piezas, frente a las 160 de los relojes de la época, procurando mantener la fiabilidad y resistencia del mecanismo. Contaba entonces 54 años y su idea era la de proveer de relojes a las clases populares y por eso llamó a su reloj “El Proletario”, pero consiguió además revolucionar la industria relojera suiza, a partir de ahí se abrió paso la fabricación masiva y en serie de movimientos mecánicos, que continua en nuestros días con los de cuarzo, por eso se compara a Roskopf con Henry  Ford (el primero que fabrico coches en serie). El reloj recibió una medalla de plata en la Exposición Universal de Paris en ese año de 1867, a cuyo propósito, un descendiente de Abraham-Louis Breguet, Constan-Louis, comentó:

"Cómo proporcionar al obrero un reloj a bajo precio, para permitirle llegar al taller a la hora, ese era el problema. Fue resuelto por un fabricante relojero, el señor Roskopf, de la Chaux-de-Fonds, cantón de Neuchâtel en Suiza, que ha tenido un éxito completo desde el punto de vista de la calidad y el precio. Señores, el Comité, apreciando el servicio así prestado a las clases trabajadoras, tiene el honor de proponer que se den las gracias al señor Roskopf por su reloj del pobre y de concederle una medalla de plata".

 

Relojes Roskopf de la colección